La pobreza, indefensión, falta de una buena educación y maltrato son factores que propician que millones de niños, niñas y jóvenes en el país sean enganchados para prostituirse y trabajar en condiciones infrahumanas, señaló Mario Luis Fuentes Alcalá, director del Centro de Estudios e Investigaciones en Desarrollo y Asistencia Social (CEIDAS).
Durante la conferencia “Trata de Personas, Esclavitud del Siglo XXI”, Fuentes Alcalá dijo que el tráfico de personas lucra con la necesidad de la gente, ya sea económica o afectiva, pues en muchos casos las bandas dedicadas a este ilícito utilizan anuncios donde solicitan “muchachas” para labores del hogar, edecanes o ayudantes generales y eso sirve para atraer a su víctima, obligándola a la postre a vender su cuerpo.
“La enorme vulnerabilidad de los jóvenes por los entornos de violencia, pobreza, desigualdad y por la desesperanza de saber que no hay un empleo digno, los ha llevado a tomar decisiones muy arriesgadas, esta realidad que vemos en muchos periódicos donde se solicitan edecanes, ayudantes en restaurantes y lecherías pueden ser el origen del enganche de un niño o niña”.
Fuentes Alcalá sostuvo que otras bandas atraen a sus víctimas desde el punto de vista afectivo: enamorando, primero, a la jovencita, para después obligarla a salirse de su casa con la promesa de una mejor vida.
Acompañado de Lorena Cruz, vocal del Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social, Mario Luis Fuentes aseguró que el comercio y explotación sexual de menores es el crimen de mayor rentabilidad, sólo después del tráfico de drogas y armas.
En el estado, señaló, no hay cifras ni indicadores de cuántos menores de edad están inmersos en esta problemática, pero aseguró que Ecatepec o Nezahualcóyotl son los que mayor cantidad de víctimas albergan.
“El crimen a mi juicio ha crecido, está atrapado por una cultura machista donde a la mujer, se asume, si algo le pasa es porque se lo merecía”.
Fuente: Milenio
http://impreso.milenio.com/node/8777064
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