Pese al avance que en términos de respeto a los derechos humanos de las mujeres se ha logrado, en México y en el mundo persiste el desprecio hacia lo femenino y, sobre todo, una gran “hipocresía” por parte de los gobiernos para abordar el tema de la trata de mujeres; un problema donde, en muchas ocasiones, el propio Estado se vuelve cómplice de esta esclavitud.
Fuente: El Financiero
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